Un grupo de investigadores logró captar cómo la muerte ‘se extiende’ por
el cuerpo de un gusano como una ola azul fluorescente. Los expertos opinan que
su estudio permitirá entender mejor el proceso de la muerte y quizá aumentar la
esperanza de vida.
La muerte de células individuales provoca una reacción química en cadena
que conduce a la descomposición de elementos de otras células y una acumulación
de ‘escombros moleculares’. Los mecanismos de este tipo normalmente se registran
a nivel celular, pero hasta ahora no había mucha información acerca de cómo la
muerte se extiende a lo largo de un organismo en el final de su vida.
Procesos de muerte celular |
El estudio, realizado por especialistas británicos y publicado en ‘PLoS
Biology’ reveló que en los gusanos la ‘propagación’ de la muerte puede verse
fácilmente con el microscopio como una onda de fluorescencia azul causada por
los procesos de necrosis, muerte celular prematura, y de apoptosis, muerte
celular programada. Para averiguar la verdadera causa de este resplandor, el
equipo utilizó la técnica fotográfica del ‘time-lapse’, que permite mostrar
varios sucesos a velocidades imperceptibles para el ojo humano, para captar el
envejecimiento de células en el proceso de su acercamiento a la muerte.
Cuando los animales dejaron de moverse, señal de que les quedaban unas
dos horas de vida, el equipo notó un aumento “sorprendente y repentino” de un
400% de la fluorescencia azul. La ola, con origen en el intestino, se extendió
por otros tejidos. El resplandor se desvaneció cerca de seis horas después de
la muerte.
El mismo brillo se registró cuando la muerte de los gusanos fue
deliberadamente provocada por el calor, la enfermedad o la congelación, y
apareció tanto en gusanos jóvenes como en viejos. Los científicos descubrieron
que esta ola está causada por una molécula llamada ‘ácido antranílico’ y
apodada “fenómeno de la fluorescencia de la muerte”.
“Hemos identificado las vías químicas de autodestrucción de las células
que propagan la muerte en los gusanos, son el proceso que observamos como este
resplandor azul fluorescente brillante que se extiende a través de su cuerpo“,
indicó el autor principal del estudio, David Gems, de la Universidad de
Londres, en un comunicado de prensa.“Es como una Parca azul que se propaga por
todo el organismo hasta que se extingue su vida”, agregó.
Los investigadores del Reino Unido también han descubierto que cuando
bloquean estas vías, pueden retrasar la muerte inducida por un estrés causado
por, por ejemplo, una infección, mientras que, no obstante, no son capaces de
retrasar la muerte por envejecimiento de este modo. Según considera Gems, esto
sugiere que “la muerte por envejecimiento se debe a un número de procesos que
actúan paralelamente”.
De acuerdo con el estudio, los mecanismos involucrados en el “fenómeno
de la fluorescencia de la muerte” son similares a los que funcionan también en
los mamíferos, lo que confirma que el gusano puede proporcionar un modelo útil
para avanzar en la comprensión de la muerte de los humanos y en la lucha contra
las enfermedades como el cáncer, la osteoporosis y la demencia.
“Los resultados ponen en duda la teoría de que el envejecimiento es
simplemente una consecuencia de la acumulación de daños moleculares. Tenemos
que centrarnos en los eventos biológicos que ocurren durante el envejecimiento
y la muerte para entender adecuadamente cómo podríamos ser capaces de
interrumpir estos procesos”, concluyó Gems.
Shock de Vitamina C
La reciente recuperación a base de megadosis de vitamina C de un paciente
desahuciado ha causado una fuerte impresión en Nueva Zelanda y Australia. El
caso ha sido muy publicitado y ha sacado a la luz, una terapia que es barata,
segura y eficaz.
A pesar de la abundancia de obstinados detractores médicos, hay un grupo
creciente de médicos que practican la medicina y la psiquiatría ortomolecular.
Esta medicina y psiquiatría ortomolecular se especializan en la suplementacion
con megadosis para una variedad de condiciones.
Esta historia fue publicada en Nueva Zelanda / Australia TV en la
versión de “60 Minutos”. Alan Smith yacía cerca de la muerte en estado de coma y
con respiración asistida en un hospital de Nueva Zelanda con complicaciones
desde el año pasado a causa de la gripe porcina. Los médicos habían decidido
desconectar el enchufe en su sistema de apoyo a la vida, ya que no había
esperanza de supervivencia para Alan. La familia de Alan no estuvo de acuerdo e
insistió en el hospital para que le administraran altas dosis de vitamina C,
como último recurso.
A pesar de no tener nada que perder con un paciente sin esperanza al que
estaban a punto de desconectar de su soporte de vida, el hospital se negó a
administrar mega dosis de C. La familia tuvo que recurrir a un abogado para
obligar a los hospitales para que siguieran su solicitud. Les tomó varias
semanas de aportar referencias sobre esta terapia del Dr. Levy, con vitamina C
hasta que se administró a regañadientes.
Después de 13 días de administrar megadosis de vitamina C, Alan Smith
salió del hospital. Él había estado en coma durante nueve semanas. La condición
del escorbuto que exacerbaron su gripe porcina podría haber sido parte de su
leucemia. Menos publicitada pero aún más impresionante es que ahora está libre
de leucemia un año después de su recuperación del coma.
Las Megadosis intravenosas de vitamina C se han utilizado para curar el
cáncer antes, aunque los médicos ortomoleculares prefieren mantener un perfil
bajo al respecto. Ellos lo promueven como un complemento útil a otras formas de
tratamientos contra el cáncer.
La medicina convencional tiende a rechazar este tipo de incidente como
anecdótica. Pero la medicina ortodoxa también rechaza las resmas de documentos
de investigación y estudios de caso de otros casos exitosos de recuperación de
la vitamina C de los médicos ortomolecular. En cambio, las autoridades de la
profesión médica se centran en mal realizado o parcial los estudios realizados
por las instituciones convencionales.
Las megadosis de vitamina C están mucho más allá de la tolerancia
intestinal de la vitamina C ingerida. Así que tienen que ser administradas por
vía intravenosa para evitar el sistema digestivo. Los niveles altos en la
sangre resultante de la vitamina C invierte este antioxidante en un modo de
oxidantes: la oxidación celular elimina las bacterias, virus, e incluso las
células cancerosas.
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