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sábado, 24 de agosto de 2013

Operación Gladio y Plan Condor: proyectos para acabar con el comunismo y las democracias

El Plan Condor nos toca muy de cerca al pueblo argentino y sudamericano debido a que este proyecto desarrolló, impulsó y le dio continuidad a los golpes militares que destituyeron los gobiernos democráticos en Argentina, Chile, Uruguay, Brasil, entre otros. A través de las dictaduras se cometieron miles de crimines de lesa humanidad, entre los que se suceden desapariciones de civiles, robos de recién nacidos y ataques terroristas a distintas instituciones, etc.



El puntapié inicial de esta operación se produjo en Italia bajo el nombre de Operación Gladio, donde tiene su origen y se propaga primero por todo Europa y luego se extiende a distintas naciones de todo el mundo.

La Operación Gladio fue ideada después de la Segunda Guerra Mundial por la CIA y el MI6, tenía como objetivo prepararse ante una eventual invasión soviética de Europa occidental por medio de fuerzas armadas paramilitares secretas de élite dispuestas en diversos países capitalistas. Todos los países capitalistas de dicho continente poseían contingentes secretos, generalmente sin el conocimiento del gobierno correspondiente, aunque sí con su consentimiento. Muchos nazis derrotados tras la 2º Guerara Mundial fueron miembros de Gladio, que aceptaba solamente a "gente segura", es decir, militantes nacional-socialistas alejados del conservadurismo moderado y de la izquierda; librándose también de esta manera de juicios de guerra y en muchos casos manteniendo un alto nivel de vida.

Giulio Andreotti
Fue descubierta el 24 de octubre 1990 por el Presidente del Consejo de los Ministros italiano Giulio Andreotti; Italia, Suiza y Bélgica desarrollaron investigaciones parlamentarias. La trama fue condenada por el Parlamento Europeo en resolución del 22 de noviembre de 1990.
Nadie resultó condenado por estos hechos, no se siguieron las investigaciones y se desconoce su situación actual.

La existencia de esta red, paralela a los servicios secretos oficiales, fue descubierta por el juez veneciano Felice Casson cuando realizaba una investigación sobre un caso de terrorismo. Fue entonces cuando el presidente del Gobierno, Giulio Andreotti, decidió revelarla al Parlamento.
Se sabe aún muy poco de lo que pueda estar detrás de la Operación Gladio y de su protagonismo en unos años marcados por la estrategia de la tensión, los misterios políticos nunca revelados y el terrorismo de cuño negro o rojo que ensangrentó Italia.

OPERACIÓN GLADIO EN EUROPA

ITALIA

Además de prepararse ante una posible invasión, estas fuerzas de retaguardia han sido utilizadas por la CIA para influir en la política de algunos de estos países. Un caso singular fue la implicación de Licio Gelli, jefe de Propaganda Due (P2), Stefano Delle Chiaie también involucrado en la Operación Cóndor, o Vincenzo Vinciguerra en la "estrategia de la tensión" en Italia.

Masacre en Bologna (1980)
También en Italia, las masacres de Peteano (1972), de la Piazza Fontana (1969), de la estación de trenes de Bolonia (1980), y el golpe fallido "Golpe Borghese" (1970) fueron obra de Gladio. El asesinato del Primer Ministro Aldo Moro, llevado a cabo por las Brigadas Rojas en 1978, también se ha vinculado a la oposición de Gladio a su política de Compromiso Histórico. La investigación se tiñó de sospecha por la estrategia ocultista del estado. De hecho, el juez Felice Casson manifestó que descubrió la existencia de Gladio leyendo las cartas que Aldo Moro mandó desde su lugar de detención. Un informe parlamentario de 2000 hecho por El Olivo concluía que: la estrategia de la tensión tenía como objetivo impedir al Partido Comunista Italiano, y en menor medida al Partido Socialista Italiano, acceder al poder ejecutivo.

En marzo de 2001, el general Giandelio Maletti, exjefe del contraespionaje italiano, dejó entrever que además de la red clandestina Gladio, de los servicios secretos militares italianos y de un grupo de terroristas de extrema derecha, las matanzas que desacreditaron a los comunistas italianos recibieron también la aprobación de la Casa Blanca y de la CIA. Al comparecer como testigo en el juicio contra los terroristas de extrema derecha acusados de estar implicados en los atentados de la Piazza Fontana, Maletti declaró: “La CIA, siguiendo las directivas de su gobierno, quería crear un nacionalismo italiano capaz de obstaculizar lo que consideraba un deslizamiento hacia la izquierda y, con ese objetivo, pudo utilizar el terrorismo de extrema derecha”.
“Uno tenía la impresión de que los americanos estaban dispuestos a todo para impedir que Italia se inclinara hacia la izquierda”, explicó el general, antes de agregar: “No olviden que era Nixon quien estaba a la cabeza del gobierno y Nixon no era un tipo cualquiera, (era) un político muy hábil pero un hombre de métodos poco ortodoxos”. Retrospectivamente, el general de 79 años expresó críticas y amargura: “Italia fue tratada como una especie de protectorado. Me avergüenza que todavía estemos siendo objeto de un control especial”.
RESTO DE EUROPA
  • En Grecia, las fuerzas de Gladio estuvieron involucrados en el golpe de estado de 1967.
  • En Turquía, la Contraguerrilla (Counter Guerilla), nombre de la rama turca de Gladio, se relacionó con la masacre de la plaza de Taksim, en 1977 en Estambul, y también con el golpe militar de 1980.
  • En España, miembros de la rama italiana de la operación Gladio participaron en los crímenes de Montejurra durante la Transición. Estuvieron profundamente infiltrados en los mecanismos de la España franquista y del conjunto de la Transición. Igualmente algunos autores indican que el Caso Scala (montaje policial-judicial desatado contra las organizaciones anarquistas españolas) en enero de 1978, y bastantes de los atentados efectuados por los grupos ultraderechistas, fueron también apoyados, cuando no orquestados por "Gladio".
  • En Francia la Organización del Ejercito Secreto fue creada por miembros del equivalente local de Gladio.
  • En Bélgica las masacres de Brabante (en los ochenta) fueron atribuidos al brazo belga de Gladio.
  • En Alemania la red fue constituida primero por Reinhard Gehlen, que era jefe de los servicios secretos alemanes, ya anteriormente involucrado en ODESSA, la organización que proporcionaba refugio a nazis retirados. El acto terrorista del Oktoberfest, en 1980 en Munich, fue protagonizado por agentes vinculados a Gladio.
PLAN CÓNDOR EN SUDAMÉRICA

La Operación o Plan Cóndor fue una coordinación de operaciones entre las cúpulas de los regímenes dictatoriales del Cono Sur de América —Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia y esporádicamente, Perú, Colombia, Venezuela, Ecuador— con la CIA de los Estados Unidos, llevada a cabo en las décadas de 1970 y 1980.

Esta coordinación se tradujo en "el seguimiento, vigilancia, detención, interrogatorios con tortura, traslados entre países y desaparición o muerte de personas consideradas por dichos regímenes como 'subversivas del orden instaurado o contrarias al pensamiento político o ideológico opuesto, o no compatible con las dictaduras militares de la región'". El Plan Cóndor se constituyó en una organización clandestina internacional para la práctica del terrorismo de Estado que instrumentó el asesinato y desaparición de decenas de miles de opositores a las mencionadas dictaduras, la mayoría de ellos pertenecientes a movimientos de la izquierda política.

La Operación Cóndor fue un pacto criminal que se puso en marcha cuando se contó con una verdadera red de dictaduras en el Cono Sur y en América Latina. El general Alfredo Stroessner llevaba ya una década en el poder en Paraguay, desde 1954. Así como cuando los militares brasileños derrocaron al gobierno democrático y popular de João Goulart, en 1964. Después de una serie de golpes de Estado en Bolivia llegó al poder el general Hugo Bánzer en 1971. El 11 de septiembre de 1973, el general Augusto Pinochet bombardea el palacio presidencial de La Moneda, derrocando al presidente socialista Salvador Allende. Coincidiendo con el plan general de “ajustar” el Cono Sur, donde crecían movimientos populares de envergadura, también en 1973, se instaló la dictadura cívico-militar en Uruguay. Así mismo, sólo tres años después, el 24 de marzo de 1976, una junta militar, presidida por el general Jorge Rafael Videla, tomó el poder en Argentina, país en el cual había comenzado a actuar la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A) desde el 21 de noviembre de 1973, cuando Juan Domingo Perón todavía era presidente. La Triple A actuó en una coordinación criminal, con la dictadura de Pinochet en Chile.

ARGENTINA
"Madres de Plaza de Mayo"
Reclamando la desaparición de bebes
En Argentina lo denominaron Proceso de Reorganización Nacional, donde la junta militar, encabezada por los comandantes de las tres Fuerzas Armadas, ocupó el poder, una etapa que suele ser denominada simplemente como "el Proceso". Es considerada la dictadura más sangrienta de la historia argentina. El período se caracterizó por el terrorismo de Estado, la constante violación de los derechos humanos, la desaparición y muerte de miles de personas, el robo sistemático de recién nacidos y otros crímenes de lesa humanidad. Un largo derrotero judicial y político ha permitido condenar a parte de los responsables en juicios que aún continúan su curso.

Durante el Proceso, decenas de miles de personas fueron detenidas, torturadas, asesinadas y desaparecidas o forzadas al exilio, como parte del plan de exterminio del gobierno militar, quienes atentaban contra los derechos humanos.
El número exacto de desaparecidos no ha sido establecido: los organismos de derechos humanos estiman la cantidad en unos 30.000; y, hasta 2007, la Subsecretaría de Derechos Humanos tenía registradas aproximadamente 15.000 víctimas.

Junta militar presidida por Videla
Los medios de comunicación, tanto en manos privadas como oficiales, estuvieron al servicio de la dictadura. Además de la labor de exaltación del régimen llevada a cabo por los principales medios gráficos de la época (las revistas Somos, Para ti y Gente, los periódicos La Prensa, Clarín, La Nación, La Tarde y La Razón) la afinidad con el gobierno también sirvió a algunos grupos editoriales para hacerse con el control de empresas rivales, las cuales tenían sus propietarios detenidos, como fue el caso de la empresa Papel Prensa, que acabó siendo propiedad de Clarín, La Nación y La Razón.

CHILE


El pueblo chileno denunciando casos de tortura
La Junta de Gobierno (también conocida como Junta Militar) fue un organismo que asumió el poder público en Chile tras el Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. Primero desempeñó el "mando supremo de la nación" y, posteriormente, ejerció sólo las funciones constituyente y legislativa. Se mantuvo en funciones hasta el 11 de marzo de 1990.

Suscrito por los cuatro integrantes de la junta de gobierno y fechado el mismo día del golpe, expresaba en sus considerandos que "la Fuerza Pública representa la organización que el Estado se ha dado para el resguardo de su integridad física y moral" y que "su misión suprema es la de asegurar [...] la supervivencia de dichas realidades y valores".

En su parte resolutiva establecía que los Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y el General Director de Carabineros "se contituyen en Junta de Gobierno" y "asumen el mando supremo de la Nación con patriotismo compromiso de restaurar la chilenidad, la justicia y la institucionalidad quebrantadas, conscientes de que ésta es la única forma de ser fieles a las tradiciones nacionales, al legado de los padres de la Patria y a la historia de Chile, y de permitir que la evolución y el progreso del país se encaucen vigorosamente por el camino en que la dinámica de los tiempos actuales exigen a Chile en el concierto internacional de que forma parte" (Nº 1) y "designan al General de Ejército don Augusto Pinochet como Presidente de la Junta" (Nº 2), por ser el Comandante en Jefe de la rama más antigua de las Fuerzas Armadas.

URUGUAY

La prensa uruguaya noticiaba sobre el
golpe de estado
Coincidentemente a la década de los 70, de acuerdo a los procedimientos habituales de las dictaduras del Cono Sur en su declaración de gobernantes de facto, Juan María Bordaberry se autonominó dictador prohibiendo al resto de los partidos políticos su existencia. En este país el golpe de Estado se dio en el año 1973 y perduró hasta 1985, lapso en el que se asesinó, torturó, encarceló, secuestró y desapareció a una gran cantidad de personas, bajo el argumento de la lucha contra la "subversión". Previo a 1973, ya existían agentes de la CIA asesorando a las fuerzas de seguridad uruguayas, cuyo ejemplo más conocido fue Dan Mitrione, quien enseñó métodos de tortura a la policía en Uruguay. Previamente había enseñado estos métodos a los comandantes militares sudamericanos en la "Escuela de las Américas" situada en Panamá. En relación a su población, Uruguay fue el país que tuvo mayor número de presos políticos durante la Operación Cóndor. La CNT del Uruguay (Central Nacional de Trabajadores) mantuvo una huelga general por 15 días a raíz del golpe de Estado.

PARAGUAY

La larga dictadura de Alfredo Stroessner se convirtió en coetánea de los dictadores Jorge Rafael Videla y Augusto Pinochet. Los Archivos del horror de Paraguay de 1992 constituyen una de las evidencias más poderosas de la represiva dictadura paraguaya.
Según los Archivos del Terror descubiertos por Martín Almada, en la ciudad de Lambaré, Paraguay, en 1992, el Plan Cóndor dejó un saldo de 50.000 muertos, 30.000 desaparecidos y 400 000 presos.

BRASIL

La no necesidad de una actuación o intervención destacada de EE. UU. en Brasil prevaleció tras una tradición por parte de esta última de dictadura militar conservada y afincada en el poder desde Castelo Branco, pasando por los años más represivos con Emílio Garrastazu Médici, hasta la apertura democrática realizada hacia el final de la dictadura de João Figueiredo en 1985.

BOLIVIA

La historia de los Gobiernos Militares en Bolivia (1964-1982) y de inestabilidad política facilitaban en Bolivia una dictadura militar como la de Hugo Banzer propiciada hacia principios de los años setenta. Al igual que en otros países latinoamericanos, éste régimen se instauró tras derrocar a un gobierno de izquierda (el de Juan José Torres) con ayuda norteamericana.

LA INTERVENCIÓN DE ESTADOS UNIDOS

EE. UU. facilitó las comunicaciones para la Operación Cóndor, y ha sido denominado por Patrice McSherry (Univ. de Long Island.) "otra prueba de peso que sugiere que el ejército de EE. UU. y funcionarios de inteligencia apoyaron y colaboraron con Cóndor como socio secreto o patrocinador."

La sucesión de golpes de Estado, la permanencia de dictaduras militares y su estrategia represiva en Sudamérica durante la década del '70 no podría explicarse sin el rol determinante de Estados Unidos y de la Guerra Fría. Los cables secretos de la diplomacia del país norteamericano entre 1973 y 1976 así lo prueban.
El Plan de Ayuda en Seguridad pretendía fortalecer los vínculos con las Fuerzas Armadas de la región mientras estas conducían de facto los gobiernos de Chile, Uruguay y Brasil, y en la Argentina –que todavía estaba gobernada por el presidente Perón– se instalaba la Triple A y se preparaba el golpe que se produciría en marzo del '76.
En los Estados Unidos, el escándalo de Watergate forzó al presidente Richard Nixon a renunciar en agosto del '74 pero no provocó mayores cambios en la política exterior. Henri Kissinger, que se había hecho cargo de la cartera de Relaciones Exteriores apenas un año antes, se mantuvo en el Departamento de Estado y, desde Washington, continuó manejando los destinos de la región a la que consideraba su patio trasero.

Henri Kissinger junto a Augusto Pinochet
Durante la década del '70, Estados Unidos apeló a su Programa de Ayuda en temas de Seguridad para entrenar y equipar a las fuerzas armadas de los países del Cono Sur con el fin de lograr "objetivos compatibles con la política exterior estadounidense y su estrategia militar". Las pruebas surgen de los cables del Departamento de Estado del período 1973-76, conducido por Henry Kissinger, que publicó la organización WikiLeaks. Las respuestas de los embajadores estadounidenses en Sudamérica dan cuenta de cómo el gobierno norteamericano apoyó a los militares que durante aquellos años tomaron el poder por la fuerza y traslucen el inicio de la coordinación de actividades represivas en la región.

La orden enviada por Kissinger, nombrado al frente de la Secretaría de Estado por Richard Nixon en septiembre de 1973, estaba dirigida a legaciones estadounidenses presentes en 31 países. Entre ellos, 15 latinoamericanos. La misiva aseguraba que "cada dólar gastado en ayuda militar a una nación extranjera va a ser considerado tan necesario como un dólar gastado en equipamiento militar estadounidense". Evidentemente, el cerebro de la política exterior de la nación norteamericana ya tenía en mente la estrategia represiva para tener bajo control la región que se iría puliendo con los días y que alcanzaría su forma más siniestra en el denominado del Plan Cóndor.

TANTO LA OPERACIÓN GLADIO COMO EL PLAN CÓNDOR FUE COMANDADO POR ESTADOS UNIDOS CON EL SOLO HECHO DE DETENER EL CRECIMIENTO DEL RÉGIMEN SOVIÉTICO. EN EL CASO DE LOS PAÍSES, PARAR LA INFLUENCIA COMUNISTA Y SOCIALISTA EN LAS SOCIEDADES QUE IBA TOMANDO FUERZA TANTO POLÍTICA COMO SOCIALMENTE Y CADA VEZ ERA MÁS FUERTE.

SIN IMPORTAR LOS CRÍMENES O ATENTADOS QUE SE LLEVARAN A CABO LOS SALDOS, TANTO EN EUROPA COMO SUDAMÉRICA, FUERON LOS MISMOS: MUERTE, DESAPARICIÓN, PROSCRIPCIÓN, EXPROPIACIÓN Y ENCUBRIMIENTO.

SOUTHWOLF

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